miércoles, 20 de mayo de 2009

Verano en Uttarakhand


Hace tres días granizó ... suerte que el trigo ya estaba cosechado y los mangos aún no han empezado a formarse. Sin pérdidas.

Ahora, y dicen que es lo normal, vivimos danzando en torno a los 40ºC arriba y abajo, más por suerte -también normal- todas las tardes cae una hermosa tormenta, de esas con rayos y truenos, y una luz hermosa, y un olor a tierra fértil.

martes, 19 de mayo de 2009

43...

Hoy amanecí y una rana saltaba por mi habitación, un escarabajo corría a esconderse y una salamandra correteaba por la pared. Por la granja dicen que son amigos de otras vidas que han venido a felicitarme el cumpleaños...

43 son los grados a los que hoy estamos; 43 son los años que cumplo

¡que barbaridad!

martes, 12 de mayo de 2009

El pergrino del agua

Maxim, un joven inglés que conocí en un curso sobre Gandhi y la Globalización en noviembre-diciembre del año pasado en Bija Vidyapeeth, ha decidido peregrinar por una causa; EL AGUA. Va a caminar durante dos meses, sin dinero en el bolsillo, confiando en las gentes cada día, para comer algo y dormir protegido. el objetivo es concienciar y comunicar la problemática, así como conseguir fondos que irán íntegros a WaterAid.
Mirar su web www.waterpilgrim.com

yo quizá me sume en algún tramo...

lunes, 4 de mayo de 2009

La auténtica riqueza se guarda en Bancos... de Semillas

Ayer domingo decidí que todos los domingos iban a ser Computer Free Days. Los dedicaría a la lectura, el paseo, el trabajo en el campo, la observación de la naturaleza, el estudio y la conversación.
Como todos los días últimamente me levanté a las cinco de la mañana, arreglé la habitación, me aseé, salí a ver el amanecer y observar los pájaros, leí un poco de la autobiografía de Gandhi, desayuné con todos, y ahí sobre las nueve de la mañana me dirigí al Banco de Semillas de la granja donde se concentra ahora todo el trabajo agrícola. Allí estaban Annand, el coordinador del trabajo agrícola de la granja; Shila, una agricultora de un pueblo cercano que viene todos los días a trabajar; Jai y Shiv, dos de los agricultores internos de la granja; y Maggi y Helene, dos voluntarias que llevan aquí un tiempo largo y que conocen bien el trabajo de la granja.
Algo tímida por mi ignorancia, me puse a observar qué hacía cada uno. En la explanada delante del Banco de Semillas había numerosos manojos de diferentes variedades de trigo y de avena. Jai tomaba uno por uno, lo pesaba, 3, 4 ,5 kilos, después sacaba una espiga y medía su longitud, y seguidamente contaba el número de granos que daba esa espiga. Annand iba tomando nota rigurosa de todo: etiqueta con el nombre de la variedad y el día de la cosecha, peso, longitud, número de granos. Después Jai pasaba el manojo a Shila, a Maggi o a Helene y ellas, con una especie de mazo de madera plano comenzaban a golpearlo a la altura de la cabeza de las espigas. Los granos se iban soltando y al terminar, la paja se tiraba a un montón que serviría para alimentar al ganado o para convertirla en abono. El grano, pasaba a ponerse en unas bandejas especiales de caña que por atrás y por los lados tenían el borde elevado y por delante estaba abierto y plano. Con la parte abierta hacia fuera y algo levantada, comenzaban a lanzar las semillas un poco al aire dejando que la paja se fuera con el viento. Me fascinaba ver el movimiento de muñecas de Shila, lo fácil que lo hacía parecer… y lo difícil que era. Otra técnica que usaba era como la de escanciar sidra, mientras el grano caía de lo alto el viento se llevaba la paja; era poesía en movimiento. Una vez limpio el grano -una cantidad equivalente a dos o tres puñados- ya estaba listo para poner en su bote correspondiente, etiquetar y conservar hasta el año que viene, cuando se volvería a plantar manteniendo así su ciclo de vida.
En el Banco de Semillas de Navdanya se conservan más de 450 variedades de arroz, 70 de trigo, y otras 1000 entre otros cereales, mijos, semillas para aceites, plantas medicinales y verduras. ¿Sabremos nosotros actuar con la misma sabiduría?
Conservar la biodiversidad, y concretamente en el campo de la agricultura, de la generación de nuestros alimentos, es apostar por una Seguridad Alimentaria y por el Futuro de la Alimentación. ¿Sabremos salir de nuestra peligrosa ignorancia y rescatar y guardar nuestras semillas autóctonas? Aquellas que llegaron a nosotros a través de miles de años de evolución, adaptadas a su entorno, a sus compañeros vegetales, animales microbianos, y al clima.
Allí, en nuestras ignorantes vidas urbanas, no vemos lo que está ocurriendo con la producción de nuestros alimentos; como estamos destruyendo ese hermoso y sólido sistema cuya fuerza reside en la complejidad de su diversidad. Luego vienen las grandes crisis –la alimentaria vendrá- , y creeremos que son inevitables, pero no lo son. Lo son si seguimos con nuestra pereza en la búsqueda y aplicación de la Vedad.