miércoles, 25 de febrero de 2009

sábado, 21 de febrero de 2009

Buda, el Ché, los Tigres Tamiles y el Gobierno Cingalés

Ayer viernes terminaron mis más que buenas vacaciones entre Kerala y el sur de Sri Lanka, previa visita a los proyectos Adivasis que lleva Perico, un jesuita entrañables que vive entre ellos desde hace más de cuarenta años.
Pero hoy os quiero hablar de ayer; de lo que aconteció mientras esperaba para embarcar en mi vuelo UL 141 de las 00.01 destino a Mumbai. Eran eso de las 21.30 y yo andaba paseando entre las tiendas esas libres de impuestos en las que no hay nada barato. De repente noto un cierto revuelo, algunas personas –todas del personal del aeropuerto- empiezan a correr. Tardo unos segundos en darme cuenta que la cosa va a más, que cada vez se suma más gente a ese “correr no se adonde”. Claramente había alguna alarma -probablemente un aviso de bomba- pensé. No me pareció extraño, pues con las noticias de los últimos días sobre el ejército del gobierno “recuperando”, después de más de 30 años de guerra, la práctica totalidad de la zona hasta ahora controlada por los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) en el norte de la isla, pues era de esperar que se intensificaran los ataques terroristas. Pero… con calma, voy saliendo, mirando, preguntando a las personas del personal que veía hablando por radio. Finalmente una respuesta ¡había un ataque aéreo sobre Colombo y un avión se dirigía hacia el aeropuerto! (anoche aprendí que los Tigres Tamiles son el único “grupo insurgente” en el mundo que tiene algo de aviación y se especula que ¡¡¡incluso algún submarino!!!). Ante un cierto desconcierto por parte de la policía de aduana que ya había sellado nuestra salida del país en nuestros pasaportes, al final nos hicieron-dejaron ir saliendo y nos concentraron en un rincón más protegido del piso inferior. Allí, había un ventanal enorme y me acerqué para ver si a pesar de la oscuridad podía ver algo. Y sí, había un foco potentísimo rastreando el cielo en busca de aviones ¡la cosa iba en serio! De repente, se oyó como una potente ametralladora disparaba al cielo. En ese momento todo el mundo se tiró al suelo y yo me aparté lo más deprisa que pude del cristal y me escondí detrás de una pared.
Nunca sabré si fueron esos disparos los que derribaron el avión que cayó cerca del aeropuerto y que venía a bombardearlo. El otro avión también fue derribado, pero después de soltar una bomba sobre el edificio de hacienda, que mató a dos personas y dejó más de cuarenta heridas. Yo había cogido el autobús al aeropuerto dos horas y media antes de esa bomba justo al lado de donde calló. Se ve que ayer tampoco me tocaba…
En lo que a mí respecta, la cosa quedó en un retraso de dos horas, pero para las gentes de Colombo, creo que ahora empieza lo peor, por mucha euforia gubernamental sobre “su victoria” sobre los Tigres, la “cosa” no se ha terminado en absoluto.
Y todo esto empezó en 1983, como reacción a unas políticas muy nacionalistas del gobierno cingalés de Colombo (Budista, que representa a una mayoría con el 73%) que no estaba dispuesto a dejar surgir un sentimiento étnico en el norte, de mayoría Tamil (hindús; 8% del total de la población del país). Puso en práctica, asesorado por el gobierno de Israel, un proceso de diseminación tamil y de asentamientos cingaleses en el norte con exconvictos. Esto generó una reacción en la población que vio claramente que no se iban a respetar sus derechos culturales ni territoriales. Entre los Tamiles hubo diferentes visiones, unas más dialogantes otras más beligerantes. Al final vencieron, por la fuerza, las beligerantes. Desde entonces, liderados por un tipo endiosado y peligroso, han tomado las armas y por lo que parece se abastecen de lo que yo supongo siguen siendo los restos del armamento de la antigua Unión Soviética, que circulan por el mundo del tráfico de armamento. ¿El capital para comprarlo? Pues como no venga de fortunas tamiles del sur de India no se de dónde lo podrán sacar. La historia es complicada, por un lado se sabe que el gobierno reprime con violencia la libertad de prensa (el 8 de enero asesinó al último periodista independiente, Lasantha Wickrematunge, y es que el presidente del gobierno, Mahinda Rajapakse, no está dispuesto a dejar que nadie cuestione su estrategia de aplastamiento militar de los independentistas Tamiles). Asimismo, los medios de comunicación independientes acusan al gobierno de haber bombardeado indiscriminadamente, habiendo asesinado a algunos miles de civiles tamiles, atrapados en la zona de conflicto. A los que huyen hacia el sur de la isla los meten en lo que irónicamente llaman “wellfare villages” que no son más que campos-cárcel de refugiados. Por otro lado están los Tigres, que sabiéndose minoría en número, han obligado a cada familia a entregar al menos un hijo a su ejército, cualquier persona, hombre o mujer mayor de 17 años; aunque se sabe que hay niños menores de esa edad. El personaje que lidera a los Tigres, Velupillai Prabhakaran, parece ser un perfil de gran ego y embriagado con su poder y el olor de la sangre; ningún angelito. En esta guerra, que para mi es entre dos asnos, pues ambos son nacionalismos extremos, son los civiles tamiles los que pierden, gane quien gane. Algunos están en campos en Tamil Nadu (India) donde no tienen nada, otros en campos del gobierno en el centro de la isla, y otros atrapados entre bombardeos y ataques de unos y otros. Poca, sino ninguna atención se les ha dado.
Por mi parte pongo seriamente en duda el triunfalismo del gobierno. Creo sinceramente que empieza una etapa de terrorismo deslocalizado geográficamente. Los cingaleses no lo ven; creen ciegamente en la muy sesgada información que les da su gobierno y dicen que hay una conspiración informativa por parte de la prensa internacional…
Por todo Sri Lanka se ven pósters de Buda y del Ché Guevara… ¿esquizofrenia o ignorancia?

Algo más de info en http://www.elpais.com/articulo/internacional/batalla/final/Sri/Lanka/elpepuint/20090211elpepuint_8/Tes

viernes, 13 de febrero de 2009

Sri Lanka

Hoy, totalmente relajada, me paro en un cyber a escribiros desde el paraiso terrenal en el que me encuentro: la playa de Unawatuna, en el sur de Sri Lanka. Me vine porque estoy aobligada a salir de India cada seis meses !Gracias gobierno indio! Unas vacaciones obligadas.
El aterrizaje en Colombo tuvo su cosita. A escasos metros de tocar el tren de aterrizaje la pista, el avion remonto el vuelo y volvio a subir bastante. No nos decian nada y la gente empezo a especular y preocuparse. Me divirtio bastante poner la oreja y ver que capacidad imaginativa tenemos los seres humanos. Al final resulto que hay bastante movimiendo de aviacion militar, y estos siempre tienen prioridad en los permisos de aterrizaje y despegue. A partir de ahi todo fue bien, facil, amable. Me junte con una paraja inglesa encantadora y compartimos un coche que nos trajo directos a esta playa idilica, a 100 Km al sur de Colombo, !4 horas!. A lo largo del trayecto si se veia mucha vigilancia militar en las calles, pero tambien una vida que sigue su curso normal. Llamaba la atencion lo buena que era la carretera, pero cuando nos ibamos alejando hacia el sur comprendimos que era reciente, pues estabamos recorriendo toda el area que fue debastada por el tsumani. Las gentes siguen con la mente y el alma heridos, y las historias siguen circulando. Sri Lanka es como una India light; mas amable, tranquila, relajada, sin acosos, sin sobrepoblacion.
Esta semana sera una semana de serendipitismo, asi que os ire contando segun resulte. Ahora me voy a por unas gafas y una aletas a bucear en unos coralitos que hay aqui al lado.
!Que semana me espera! sera duro el regreso a mi realidad mumbaini...