martes, 20 de enero de 2009

Este fin de semana

Viernes, sábado y domingo han sido tres días de paseo. Anduvo por aquí Marta que, aunque no la conocía, después de estos días ya la siento como una amiga muy cercana.
El viernes nos dedicamos a patear mi barrio. Primero el poblado de Yari Rd, en donde cada esquina, rincón o acera te sorprende. Cruces, puestitos musulmanes con agua para beber, urnas con santos hindús, puestos de verduras, de pescado, ¡un minigimnasio! Todo intenso, muy intenso. Nos miran, pero nadie nos molesta aunque nos es sito de "turistas". De ahí, tras diez minutos de camino, nos pasamos a "la zona noble" donde hay grandes edificios con las entradas más pretenciosas que jamás he visto, calles más anchas, con árboles, más limpias. La gente se te acerca, te mira, y alguno más valiente te pregunta, y es que entre este sector de la sociedad hablar con un extranjero da cierto estatus. También es cierto que los indios son muy, pero que muy cotillas. De ahí nos fuimos paseando a la palaya de Versova, otros diez minutos. Esto sí que fue un espectáculo con mayúsculas. Gente y más gente paseando ¡parejitas abrazadas! grupos de amigos paseando y riendo, siempre riendo. Al poco entramos en la zona donde la primera línea de playa la ocupan las chabolas. Ahí es donde más vida hay. Montones de chavales jugando, ellos al cricket, ellas a la rayuela. Varios de ellos haciendo caca tranquilamente sobre la arena y sin ningún pudor; las niñas no. La verdad es que era difícil caminar evitando pisar las susodichas, pues había a cientos. Y es que estas gentes pasan de letrinas comunitarias y lo hacen en el mar. Los adultos se meten en el agua, los niños directamente en la arena. Las mujeres parece ser que lo hacen pronto por la mañana, en el agua, con algo más de "intimidad". La puesta de Sol fue espectacular y es que la playa mira al oeste, al mar de Arabia. Al regreso, nada más salir de la playa, una niña como de unos 13 o 14 años nos aborda y nos advierte que hemos caminado en la dirección equivocada. Que la playa es preciosa hacia el otro lado de las chabolas. Le contestamos que no, que hemos caminado en esa dirección a propósito, que preferimos ver la realidad que no mirar hacia otro lado. Nos mira con sorpresa, la respuesta le rompe la cabeza; nos sonríe y se va.

El sábado pasamos el día en Creative Handicrafts, pero antes de entrar quise enseñar a Marta el slum así que nos adentramos por sus callejuelas. Al salir, nos metimos en un lugar donde hacen grandes estatuas. El dueño, al saber que Marta había estudiado Bellas Artes se entusiasmó y nos hizo pasar a la zona de su vivienda personal, donde nos presentó a su mujer e hijo, nos ofreció agua y nos mostró el álbum con todos los recortes y fotos de sus años de éxito, y es que había sido profesor en una buena universidad. En Creative ¡por fin! tuve un día de visita y no de trabajo, así que pude ir enseñando a Marta la cocina de Asli Foods, la sala de diseño, la de corte, alguno de los talleres, el centro de formación, la guardería, etc. Todo un placer.

Y el domingo nos fuimos de excursión a Igatpuri -a tres horas de Mumbai- a conocer el principal centro de Vipassana del mundo. Es un sitio curioso. Eso que veis en la foto que rodea la pagoda en forma de pétalos de flor de loto son los respiraderos de minúsculas celdas de meditación. Allí la gente se retira 10 días en estricto silencio a meditar ¡la India! Marta y yo éramos las únicas extrajeras del grupo; eso lo hizo más interesante. Al regresar a Mumbai nos fuimos a la estación de tren, a mostrarle a Marta cómo se pican los billetes, cómo se miran los trenes, cómo identificar dónde para el vagón de mujeres y cómo se distingue un vagón de primera y de segunda. Y es que Marta se marchó el lunes al as 4.45 de la mañana ¡Ya está en Goa!
En el trayecto en autobús, vi a un hombre, de esos que viven en la calle, haciendo el saludo al Sol debajo de un puente justo al amanecer. Por la carretera, ya lejos de la ciudad, vimos mucha, muchísima gente marchando en nuestra dirección. Ellos vestían de naranja absoluto, ellas ¡con macetas de flores en la cabeza! Iban a un festival en honor a Sai Baba, a una ciudad a más de dos días caminando desde Mumbai. Iban alegres, cantando y ¡descalzos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

mo!!

recibiste mi e-mail?
sigo recorriendo las playas de Goa pero creo que maniana me voy a Karnataka, a Hampi. estoy conociendo mucha mucha gente!
todos hablan de Vipassana y me siento reconfortada cuando puedo decir que se de lo que me hablan...

al final no te pase las fotos de estos dias! las del atardecer en la playa son preciosas!

muchos besos y animo, en anda estaras viajando tu tb!
MARTA