sábado, 20 de diciembre de 2008

yo tenía una granja...


Esta semana he estado flojita, de ánimo y físicamente. Y es que los virus y bacterias cabalgan a sus anchas por esta ciudad, subidos en los millones de partículas que pululan por nuestro denso y contaminado aire. Según he ido sabiendo, uno de cada dos habitantes estamos con anginas. Con los ganglios del cuello se puede rezar un rosario. Es normal, hace ya tres meses que no llueve ni una gota y el calor no ha bajado, como debería en estas fechas. La contaminación se concentra y reconcentra, y no hay forma de encontrar un rincón donde respirar.


Y yo sueño con mi granja en el norte...


No hay comentarios: