lunes, 29 de diciembre de 2008

Y en estas fechas

Os he tenido un tanto abandonados y es que esta última semana he experimentado una fobia aguda al ordenador. Al contrario de lo que muchos podáis imaginar sobre mi vida en Mumbai llena de experiencias humanas, lo cierto es que paso montones de horas al día sentada delante del ordenador. Luego voy a casa y sigo con el blog; además de usar la misma máquina para hablar con vosotros vía skype, escribir mails, ver alguna película, escuchar música, etc. En fin, que he pasado una crisis aguda de desear lanzarlo por la ventana; por suerte ya se me ha pasado.

Y se me quedó en el tintero contaros la Nochebuena y la Navidad mumbainí. Aquí, no tienen ni idea de lo que es la Nochebuena, así que nos juntamos un grupo de expatriados (Shila, Ana de Sonrisas de Bombay, Chema que ni idea de dónde salió pero es valenciano, un colega suyo yogurino que parece ser era belga, Delnaaz que es una amiga parsi-australiana que se apunta a todas las fiestas, y su hermana Michelle recién llegada de Australia). La fiesta fue más de catarsis que una celebración navideña, pero nos reímos mucho y así nos despejamos todos un poco. El día de Navidad me lo tomé muy tranquilo. Me levanté tarde, desayuno tranqui en la terraza, periódico, y por la tarde un paseo hermoso por la playa de Versova, que está a distancia de paseo de mi casa.

La playa de Versova es amplísima y mira al oeste, por lo que la puestas de sol son hermosísimas. Como además desde hace 10 días por fin ha llegado el invierno (lo que quiere decir una temperatura primaveral) pues es una delicia pasear por ahí. La playa está SUCIA, por lo que nadie se imagine que uno se puede bañar, pero está muy llena de vida. Hay cientos de pequeños grupos de niños jugando a cricket (que es el deporte nacional). Lo que sí inmediatamente llama la atención es que entre esos cientos ¡no hay ni una sola niña jugando en la playa! Ahí es donde se ve la cultura. Los niños tienen derecho al ocio, las niñas, probablemente estén en casa ayudando a las madres... También es destacable que lo que hay en primera línea de playa no son hermosos edificios de apartamentos sino chabolas de las más precarias, hechas de palos y plásticos... Pero esos "barrios" vibran de vida.

Me gustaría enseñaros fotos, pero me robaron los cables así que hasta que no encuentre el modo de comprar cables sueltos, pues estaremos sin fotos.

Y en mi edificio, justo fuera del portal, han puesto un belén con sus lucecitas, su pinito de navidad y una gran estrella roja iluminada. Todos los árboles de alrededor están con lucecitas de colores. No obstante, no se muy bien porqué, pero no molesta como molesta en Madrid. Quizá porque aunque hay mucho color, no hay ninguna presión comercial ni euforia navideña colectiva. No deja de ser la fiesta de una minoría a la que respetan -como a las demás- pero con pocos miembros.

1 comentario:

Ro dijo...

hola mónica
espero que tengas un 2009 fantástico... y que ahora estés muy muy bien.
un beso
ro